jueves, 15 de enero de 2015

Taller de participación familiar. Manuel.

Hoy hemos comenzado con el nuevo proyecto que desarrollaremos a lo largo del presente curso. Como ya os he informado en algunas ocasiones, esta experiencia consiste en que cada familia elija  una de las distintas modalidades por las que pueden optar (Taller de cocina, cuentacuentos, recuperación de juegos tradicionales, manualidades o varios) e introducir una técnica a todo el alumnado.
Hoy concretamente, ha sido la familia de Manuel la que ha inaugurado con un éxito abrumador este proyecto.
Optó por el taller de cuentacuentos y entre las muchas modalidades de las que disponía para desarrollarlo, eligió la dramatización.
El cuento elegido ha sido: "El castigo más tonto" y cuya narración es la siguiente:
Hubo una vez un rey que quedó huérfano siendo niño y creció rodeado de militares y consejeros que hicieron de él un rey poderoso y sabio, pero insensible. Por eso se cansaba cuando la gente hablaba con pasión de sus madres. Y a tal punto llegó su enfado que decidió darles todo el poder.
- Pues si tan buenas son las madres en todo, que gobiernen ellas. A ver cómo lo hacen.
La noticia fue recibida con gran alegría por todo el mundo, pero resultó ser un fracaso estrepitoso. Las cosas iban tan mal que el rey tuvo que recobrar el mando al poco tiempo. Y cuando pidió a sus consejeros que averiguasen qué había fallado, estos concluyeron que las madres siempre habían dado más importancia a los problemas de sus propios hijos que a los del reino. Y así, llegaban tarde a importantes reuniones cuando sus hijos estaban enfermos, aplazaban los juicios para acudir a recogerlos al colegio, y mil cosas más.
Al oírlo, el rey se puso tan furioso que castigó con el destierro a todas las madres del reino.
- La que quiera seguir haciendo de madre, que se vaya.
Y no se quedó ni una.
Poco después, a pesar de su vuelta al gobierno, el reino iba aún peor. Preguntó de nuevo a sus consejeros y estos, tras estudiar el asunto, respondieron:
- La falta de madres ha creado un enorme problema de nutrición que está hundiendo al reino. Eran ellas las que hacían la comida.
- De acuerdo. Contratad un ejército de cocineros - dijo el rey.
Pero tras contratar miles de cocineros, las cosas no mejoraron. Esta vez los sabios encontraron una nueva razón para el desastre:
- La falta de madres ha creado un enorme problema de higiene que está hundiendo al reino. Eran ellas las que limpiaban.
- No hay problema ¡Contratad un ejército de mayordomos! - respondió el rey, muy irritado.
Pero tras contratar a los mayordomos, las cosas siguieron igual. Una vez más los sabios creyeron encontrar la causa:
- La falta de madres ha creado un enorme problema de salud que está hundiendo al reino. Eran ellas las que curaban las pequeñas heridas y ahora todas se infectan y se vuelven graves.
- ¡¡Pues contratad un ejército de enfermeros!! - gritó furioso el rey.
Pero los miles de enfermeros contratados no mejoraron nada. Y tampoco los economistas, sastres o decoradores. Ni siquiera el descubrimiento de grandes minas de oro que permitieron al rey contratar cuantas personas quiso. No encontraba la forma de sustituir totalmente a las madres.
Hasta que un día, mientras paseaba, vio discutir a unos niños. Los había visto jugar mil veces como amigos, pero ahora discutían con tanta ira y desprecio que el rey se acercó para calmarlos.
- Tranquilos, chicos. Los amigos deben tratarse con más cariño ¿Es que por una sola pelea vais a dejar de quereros?
Los niños, avergonzados, detuvieron la pelea y se marcharon cabizbajos. Mientras se alejaban, el rey les oyó susurrar.
- Oye, ¿tú sabes qué es eso de quererse? - dijo uno.
- Sí, claro, es un invento muy moderno de un amigo de mi abuelo - respondió el otro haciéndose el experto - Nos lo enseñarán en la escuela dentro de un par de años.
El rey lo comprendió todo en un instante. Ahí estaban todos los problemas del reino: ¡nadie estaba enseñando a los niños lo que eran el amor y el cariño! Entonces pensó en quién contratar para hacer esa labor, pero no encontró a nadie: era algo que siempre habían enseñado las madres, y en eso nadie podría sustituirlas.
Y arrepentido por su injusticia y dureza de corazón, mandó buscar y contratar a todas las madres que había expulsado, pagándoles un altísimo salario solo por hacer de madres. Y en poco tiempo el reino resolvió sus problemas y superó ampliamente su antigua prosperidad.
Pero algunos tampoco tardaron tiempo en protestar al rey por estar pagando un salario a quienes harían gratis su trabajo de madres. Y el rey, para refrescarles a todos la memoria, decidió retirar su rostro de todas las monedas del reino, y sustituirlo por la imagen de una madre con su hijo, y una inscripción que decía:
“Ni este ni ningún reino serían nada sin el amor de sus madres.”
 Para ello, Inma, la madre de Manuel, se disfrazó de reina y Manuel de consejero.












Solo hay que mirar las caras de vuestros/as hijos/as para comprobar la aceptación de la actividad y el éxito de la actuación de Inma y Manuel.













Una vez finalizada la escenificación, se realizaron unos juegos con el material utilizado en la dramatización. Concretamente, jugaron al escondite con la corona de la reina y con el tesoro que poseía.
El primer objeto lo encontró David dentro de la casita...



Para poder participar en estas actividades, no podían ver donde la reina y su ayudante escondían los objetos...




Ahora toca encontrarlo...



Fue Jimena, la que encontró el tesoro...




Estos son varios fragmentos de la dramatización del cuento.






Al final, disfrutaron tanto que se lanzaron a mostrar su cariño a la familia de Manuel!!

¡¡Muchísimas gracias!!




1 comentario:

Virginia dijo...

Hacia tiempo que no entraba en este magnífico blog, pero la ocasión lo merece.Me ha encantado esta actividad de cuentacuento donde se relata un maravilloso cuento en el cual se refuerza uno de los valores más importantes de la vida. Y como no, contado con el.cariño y el arte de Inma y mi Sobrino Manuel que lo han hecho super bien nada más hay que ver a los peques asombrados... Es una actividad muy gratificante para las familias porque los niños lo agradecen con esos abrazos y esas sonrisas y sobretodo ver la carita de Manuel entusiasmado...Chapó por vosotros! !!