¿Qué juguete comprarle a un niño de entre dos y tres años de edad?
Los juguetes más adecuados serán los que fomenten y se adapten a sus
nuevas habilidades, siendo seguros para su edad, pues hay que tener
mucha atención con eso, pues a esta edad todavía son inconscientes de los
peligros y también se llevan muchas cosas a la boca, por lo que hay que
descartar los juguetes para niños más mayores que tengan piezas pequeñas que
puedan tragarse.
Encajables de hasta ocho o diez piezas con colores y formas llamativas, construcciones en madera o de otro material que no
pese en exceso y sin aristas, vasos de diferentes tamaños, serán juguetes que
les permitan experimentar con formas y tamaños.
Los cuentos,
especialmente los que tengan animalitos e ilustraciones de cosas que conozcan,
les encantarán. Deben ser de páginas de cartón, con poca letra (que le
leeremos) y resistentes para que también puedan manipularlos ellos mismos.
Las tizas
y pinturas de dedos, y las ceras adecuadas para esa edad (atención con
esto) les van a encantar, pues el efecto de las lineas de colores, aunque no
sean figurativas, supone una experiencia fascinante, siempre que no los
forcemos ni obliguemos, pues no todos los niños están preparados para pintar a
esta edad.
Instrumentos musicales sencillos, como xilófonos, panderetas, tambores, maracas
y pianos serán otro acierto seguro, pero teniendo en cuenta que habrá que
aceptar que hagan un poco de ruido alocado cuando se ponga a ello.
Los juegos de representación empiezan a gustarles. El
juguete estrella serían las cocinitas con comida de madera o tela, que no tenga
piezas que puedan romper o tragar. Poco a poco irán desarrollando muchas
actividades con este juguete, que, por supuesto, es adecuado para ambos sexos.
También les encantarán los disfraces, las muñecas y las marionetas.
Los animales de
juguete, los peluches, las casitas en las que esconderse, los columpios y
toboganes pequeños, y las tiendas de campaña o los túneles son
otro regalo de éxito seguro, igual que las pelotas de todos los tamaños y los
caballitos de balancín.
Diez consejos para escoger los
juguetes más idóneos para los niños
El juguete perfecto es aquel que estimule su imaginación y
les ayude a crecer jugando
1. Los juguetes educativos
son una gran fuente de información para los niños, aunque si ellos no quieren o
no se interesan por el juego, es difícil que lleguen a embarcarse en una
aventura con él. El juguete debe ser deseado por el niño, ya incluso desde una
edad temprana.
2. Los juguetes deben ser seguros y estar siempre homologados. Cerciórate de que están confeccionados con materiales que no se sean cortantes si se rompen, con colores sólidos y no tóxicos. Cuanto más pequeño es el niño, más grandes deben ser los juguetes y sus piezas.
3. Cada juguete lleva asociado un rango de edad, pensado para adecuarse a las habilidades e intereses de los niños. Comprueba que el producto se ajusta a la edad y personalidad del niño, pensando en la finalidad y actitudes que desarrolla en su día a día, respetando su ritmo de aprendizaje, y procurando que disfrute con la nueva adquisición.
4. La personalidad del pequeño es fundamental: un niño retraído, por ejemplo, necesitará juegos socializadores, con varios jugadores.
5. Como en todo (o casi todo), menos es más. Los juguetes sencillos aumentarán los usos que se pueden hacer con él, desarrollando la fantasía del niño así como su capacidad simbólica.
6. Los caprichos momentáneos suelen ser malos consejeros. Asegúrate de que la compra sea 'segura' y a largo plazo.
7. Los juguetes no son un 'arma' para corregir el comportamiento del niño. Son parte fundamental de su vida: procura no usarlos para premiarles o castigarles si se portan mal.
8. Por otra parte, el exceso de juguetes mata la fantasía y produce aburrimiento. Para evitarlo, es buena idea guardar parte de los juguetes de vez en cuando y volver a sacarlos unos meses más tarde.
9. Los niños sienten la necesidad de estar acompañados por sus padres, especialmente cuando son pequeños. Hay que equilibrar esa necesidad con la estimulación de su autonomía y sociabilización: pasa con ellos el tiempo necesario para que aprendan el funcionamiento de sus juguetes y juegos, y enséñales a jugar con ellos.
10. En ocasiones, los niños se divierten más con cualquier objeto que encuentran en casa que con un juguete. En lugar de redirigir su atención hacia sus propios juguetes, anímales a explorar los límites de su imaginación, especialmente si el objeto les despierta curiosidad.
2. Los juguetes deben ser seguros y estar siempre homologados. Cerciórate de que están confeccionados con materiales que no se sean cortantes si se rompen, con colores sólidos y no tóxicos. Cuanto más pequeño es el niño, más grandes deben ser los juguetes y sus piezas.
3. Cada juguete lleva asociado un rango de edad, pensado para adecuarse a las habilidades e intereses de los niños. Comprueba que el producto se ajusta a la edad y personalidad del niño, pensando en la finalidad y actitudes que desarrolla en su día a día, respetando su ritmo de aprendizaje, y procurando que disfrute con la nueva adquisición.
4. La personalidad del pequeño es fundamental: un niño retraído, por ejemplo, necesitará juegos socializadores, con varios jugadores.
5. Como en todo (o casi todo), menos es más. Los juguetes sencillos aumentarán los usos que se pueden hacer con él, desarrollando la fantasía del niño así como su capacidad simbólica.
6. Los caprichos momentáneos suelen ser malos consejeros. Asegúrate de que la compra sea 'segura' y a largo plazo.
7. Los juguetes no son un 'arma' para corregir el comportamiento del niño. Son parte fundamental de su vida: procura no usarlos para premiarles o castigarles si se portan mal.
8. Por otra parte, el exceso de juguetes mata la fantasía y produce aburrimiento. Para evitarlo, es buena idea guardar parte de los juguetes de vez en cuando y volver a sacarlos unos meses más tarde.
9. Los niños sienten la necesidad de estar acompañados por sus padres, especialmente cuando son pequeños. Hay que equilibrar esa necesidad con la estimulación de su autonomía y sociabilización: pasa con ellos el tiempo necesario para que aprendan el funcionamiento de sus juguetes y juegos, y enséñales a jugar con ellos.
10. En ocasiones, los niños se divierten más con cualquier objeto que encuentran en casa que con un juguete. En lugar de redirigir su atención hacia sus propios juguetes, anímales a explorar los límites de su imaginación, especialmente si el objeto les despierta curiosidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario